Notas del Lector

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Sexto Domingo del Tiempo Ordinario, Año B. 15 de Febrero de 2015.
Índice Leccionario 77

Traducido por la Señora Graciela Munn, de Sacramento, California

Breves comentarios de veinte segundos para la congregación. Arregle con su comité de liturgia para que se lean estos comentarios históricos antes de cada lectura.


Sexto Domingo del Tiempo Ordinario, Año B, 15 de Febrero de 2015.
Antes de la primera lectura:

El libro de Levítico es principalmente acerca de la santidad de Dios y el ritual de santidad o limpieza necesaria para servir a Dios dignamente. Para los sacerdotes Levíticos eso significaba, entre otras cosas, no ser leproso o estar en contacto con leprosos.
Después del salmo, antes de la segunda lectura:

En el Corinto pagano, mucha gente sacrificaba comida y bebida a sus dioses. Los ídolos no la comían, así que los sacerdotes revendían algunas, como si fueran alimentos. Los Cristianos se preguntaban si ellos podían comer esa comida. San Pablo les da una buena respuesta en un contexto más amplio.
Antes de la aclamación del Evangelio:

Jesús toca y sana a un leproso en este pasaje. En el contexto antiguo, el hecho que lo haya tocado era más impresionante que la sanación.

Primera Lectura, Levítico 13:1-2, 44-46 [El sitio de web de USCCB]

Situación Litúrgica: El Evangelio de hoy, viene del transcurso que leemos de San Marcos en todo este año. Jesús cura a un leproso. La primera lectura nos da un antecedente a cerca de en que lugar estaban los leprosos en esa sociedad.

Situación literaria: Los, relativamente últimos, traductores de este libro, lo nombraron “Levítico” porque casi todo se refiere a los deberes rituales de los muchos sacerdotes de la tribu de Leví. Sin embargo, las antiguas escrituras Hebreas escogieron el título de la primera palabra del texto. En este libro, la primera palabra significa “y él fue llamado”, o sea, “y El Señor llamó a Moisés”. Llamó a Moisés (y a los Israelitas) ¿pero para qué?, para La santidad, a lo que se refiere muy a menudo este libro: “Sean santos como Yo, El Señor, Soy Santo”. Ahora bien, hay muchas definiciones de La santidad, pero yo mantengo que la original, y la genialidad de la religión Israelita, es la que llama a ser “separados, distintos” como en

Y ¿cómo es que El Señor es diferente a otros dioses?; precisamente porque sobre pasa la división entre divina-humana que domina la religión pagana y lo que Dios hace al estar con Su gente: Estar con ellos en todos los peligros de su jornada, estar con ellos en La Ley, que hace que sus vidas y su sociedad sean excelentes y humanas. Y que la gente sea santa, éso es ser diferente a otra gente, comportándose como gente que sabe que su Dios escoge estar cerca de ellos.

(Irónicamente, una santidad que empezó como separación, se convierte en comunión. La nueva doctrina Cristiana en la que el hombre llamado Jesús es la encarnación del Hijo de Dios, una persona verdaderamente Dios y verdaderamente hombre, compartiendo la condición humana hasta la muerte, hace que el significado de Santidad vaya todavía más allá. El trabajo del Espíritu de Jesús en Su Iglesia, no perdió tiempo en hacer que la llamada a La santidad se hiciera universal. El diseño del largo secreto de Dios, ahora revelado, hace que toda la gente sea llamada a la unión y no a la separación. Esa es la idea más grande de La santidad que tendremos en nuestras vidas. Pero ya nos adelantamos mucho).

Este es un sutil llamado, como es evidente en las muchas veces que se leen los párrafos anteriores. Hacer que el mandato de Santidad sea práctico y concreto es muy difícil. Se requiere una sabiduría poco común, mucha paciencia y mucho valor. Algunas veces, lo mejor que los sacerdotes podían hacer era hacer hincapié en la pureza ritual. Eso no sería lo mismo, pero no debemos juzgar muy duro a los antepasados. Fue una larga jornada, de la religión mágica y materialista, hasta llegar a la espiritual. Nuestras nociones de una responsabilidad individual y la importancia de nuestra intención, no nada más la acción, todavía no había llegado a ellos. Por lo pronto, en la introducción de Levítico en 1970, en la edición de la Nueva Biblia Americana, dice: “Generalmente hablando, las leyes en este libro sirven para enseñar a los Israelitas que siempre deben mantenerse en un estado de pureza legal, o santidad externa, como un signo de su unión íntima con El Señor”.

Antecedente histórico: Aquí se nota el problema con los leprosos. Si alguien es o tiene contacto con un leproso “no se ve bien” que hagan sus deberes rituales. El problema no es el contagio de salud física. (La condición de lepra aquí mencionada, no era contagiosa; la lepra, como la conocemos ahora, no llegó al Medio Oriente hasta mucho más tarde) Se trata de estar perfectamente presentables, por dentro y por fuera, para estar frente a Dios.

Proclamándolo: Aquí está el acostumbrado recordatorio de hablar lentamente cuando se proclama la palabra de Dios. Para que sus oyentes empiecen a entender lo más pronto posible, lea una-y dos-sílabas de la palabra de la primera frase, estando seguros que todos oyen muy claro las palabras “Urticaria, costras, ampollas o manchas en la piel”. Después, en el resto de las frases haga énfasis en “Impuro”.

Segunda lectura, 1 Corintios 10:31-11:1 [El sitio de web de USCCB]

Antecedente histórico: Corinto era un puerto Griego. La combinación de filosofía griega, la moralidad y las ideas religiosas traídas de todas partes, hacían una poción muy fuerte. No se podrían catalogar simplemente como “Protestantes, Católicos y Judíos.” San Pablo trabajó muy duro para que la comunidad, recién nacida, de Cristianos, encontrara las verdades que los mantendría diferentes a sus vecinos paganos. (Vea arriba)

Así que sus preguntas, desde nuestro alejado punto de vista, parecen ser muy extrañas. Una de ellas era “¿Está bien que comamos la comida, que se ha ofrecido a los dioses, en los últimos rituales paganos?” Aparentemente, los avaros paganos, vendían o se llevaban a sus casas lo que los dioses no se comían; así que un Cristiano podría estar comprándola en un mercado o ser invitado a comer en una casa en donde la tendrían. En los pasajes anteriores, Pablo les había dicho que claro que no podían participar en el culto pagano, pero que sí podían después comprar o comer la comida “sin ningún cargo de conciencia”. Pero si alguien se queja de “que la comida ha sido ofrecida a los ídolos”, entonces el Cristiano tiene que rechazarla, no porque los ídolos no significan nada, sino para no escandalizar a la otra persona.

Para resumirlo todo,“Todas las cosas son legales, pero no todas son convenientes (verso 23) y en lo que escojemos, “lo que sea que comas o bebas, y todo lo que hagas, hazlo para la gloria de Dios. No ofendas ni a los Judíos, ni a los Griegos ni a la Iglesia de Dios”.

Proclamándolo: Lea ésto lentamente y con mucha firmeza, (igual como si el autor lo estabiera enseñando). Ahora bien, ya usted se ha dado cuenta del significado que llevan estas palabras. Pronúncielas con convicción porque usted ya las ha entendido.


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Servicios Koinonia Comentario en Inglés por el Padre Roger Karban de Belleville, Illinois, USA The Text This Week; homilías, obras de arte, películas y otros recursos en Inglés. Excelente sitio web de la Universidad de Saint Louis, en español
aún no publicado al 23 de diciembre 2014


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Última modificación de la página 23 diciembre 2014